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La Cofradía del Santo Vía Crucis celebró el día 18 de septiembre de 2011 la santa misa y procesión de rogativas de la Santísima Virgen de Gracia. Con anterioridad a la celebración se rezó el triduo en su honor.
Con buena cantidad de fieles en la parroquia de la Asunción, y después de besar el rosario de la Virgen, la titular de la Cofradía salió en rogativa por los alrededores del barrio de Campoamor. Durante el transcurso de la misma, los fieles cantaban el santo rosario en sus misterios gloriosos por tratarse de la Virgen embarazada.
Fueron varios los fieles que, tras la Señora, pedían por sus necesidades, pidiendo la intercesión igualmente del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, que procesionó igualmente en el trono de la Virgen de Gracia.
La Señora iba ataviada con el terno ocre y el manto verde que estrenó en la festividad del Corpus, estando el trono adornado por lilium blancos que, junto con el incienso, llenó de fragancia la procesión.
Delante del trono de la Virgen, la Cruz de Guía Relicario de la cofradía abría el cortejo, seguido de un grupo de niños cofrades con sus campanillas y una docena de hermanos portando faroles.
A la llegada a la parroquia, los vivas a la Virgen y los piropos como guapa sonaron de las voces de los costaleros y costaleras, todos ellos jóvenes de la cofradía, mientras se cantaba la Salve y sonaba una gran traca.
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La Cofradía del Santo Vía Crucis celebró el día 18 de septiembre de 2011 la santa misa y procesión de rogativas de la Santísima Virgen de Gracia. Con anterioridad a la celebración se rezó el triduo en su honor.
Con buena cantidad de fieles en la parroquia de la Asunción, y después de besar el rosario de la Virgen, la titular de la Cofradía salió en rogativa por los alrededores del barrio de Campoamor. Durante el transcurso de la misma, los fieles cantaban el santo rosario en sus misterios gloriosos por tratarse de la Virgen embarazada.
Fueron varios los fieles que, tras la Señora, pedían por sus necesidades, pidiendo la intercesión igualmente del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, que procesionó igualmente en el trono de la Virgen de Gracia.
La Señora iba ataviada con el terno ocre y el manto verde que estrenó en la festividad del Corpus, estando el trono adornado por lilium blancos que, junto con el incienso, llenó de fragancia la procesión.
Delante del trono de la Virgen, la Cruz de Guía Relicario de la cofradía abría el cortejo, seguido de un grupo de niños cofrades con sus campanillas y una docena de hermanos portando faroles.
A la llegada a la parroquia, los vivas a la Virgen y los piropos como guapa sonaron de las voces de los costaleros y costaleras, todos ellos jóvenes de la cofradía, mientras se cantaba la Salve y sonaba una gran traca.
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