La lluvia y el frío fueron unos compañeros de viaje durante gran parte del día, haciendo algo más complicada la organización de la peregrinación.
Tras al comida se celebró un sorteo para la rifa de dos cestas pro-navideñas.
A las 5 de la tarde visitamos el convento de los Padres Capuchinos donde reposan los restos del Beato Fray Leopoldo de Alpandeire, en el cual, tras una explicación de las pinturas murales que adornan las paredes de la Cripta de Fray Leopoldo por parte del hermano Alfonso, pudimos venerar la tumba del Beato en la que se puso de manifiesto la devoción de los Alcantarilleros hacia el Santo Granadino.
La Cofradía se siente muy contenta con el resultado de la peregrinación, siendo una de las actividades más fructíferas espiritualmente y de convivencia que ha organizado desde la peregrinación a Caravaca de la Cruz en octubre de 2010 con motivo del año Jubilar de la Vera Cruz
Tras la explicación de las pinturas de la Cripta, los peregrinos rezan ante la imagen de Fray Leopoldo y besan su tumba con devoción, pasando los objetos que han comprado anteriormente en la tienda de recuerdos, por la losa de mármol que encierra los restos del Beato para bendecirlos.
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